miércoles, 6 de enero de 2010

Ambientalistas intentarán un recurso de amparo....contra "su" ley....













Nota: Se aclara el panorama y son los mismos antis quien nos dan luces en relación al alcance real de la ley. Ahora resulta que la impugnarán ante el tribunal supremo de justicia, se seguiran movilizando y creando ruido...quien los entiende?? se rasgan las vestiduras por la extinción de la raza PITT-BULL y abogan por la extinción del toro de lidia....hablaban maravillas del presidente Chavez y tomaban el discurso oficial a su conveniencia y ahora resulta que los consideran " aberrantes y tautológicos", acusan al "poder económico" de los taurinos Valencianos para impedir la ordenanza municipal que prohiba las corridas y resulta que son ellos quienes reciben grandes cantidades de dinero para hacer movilizaciones y campañas...seguiran haciendo ruido....es una forma de justificarse ante sus financistas....pero ley es ley, y habrà que cumplirla....

vea la noticia:



A partir de 2015 los perros pitt-bull estarán prohibidos, según la nueva Ley



Ayer se publicó en Gaceta Oficial número 39.338 la Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautividad, la cual ha generado polémica entre los grupos defensores de los derechos de los animales.

El punto más controversial es la prohibición absoluta de poseer un perro de la raza pittbull después del 31 de diciembre de 2014, como lo señala la tercera disposición transitoria. Esto obedece a que los asambleístas consideran de alta peligrosidad a esa especie canina.

Mientras llega ese momento, los que posean ejemplares de la especie no los podrán sacar de sus casas, pues deben tenerlos “permanentemente en condiciones de cautividad”, tal como reza el parágrafo 1° del artículo 33.

Días antes de la aprobación, la Asociación Pro-Defensa de los Animales envió un comunicado al presidente Hugo Chávez, en el que le pedía no firmar el instrumento legal enviado por la Asamblea Nacional, ya que el articulado era violatorio de la Declaración Universal de los Animales aprobada por la ONU.

“La intención del legislador se transforma en aberrante y tautológica, pues pretende en este artículo la extinción de esta raza de perros al prohibir al ciudadano poseerlos, y establece condiciones crueles para los caninos, al obligar a los propietarios a mantenerlos en condiciones de absoluto cautiverio, por ser considerados animales `peligrosos’, no siendo lo más adecuado con una ley cuya finalidad es proteger a los animales”, indica el comunicado.

Manuel Díaz, representante del Movimiento Ecológico de Venezuela, se manifestó en contra de la prohibición; incluso, está en desacuerdo con que se les mantenga en cautividad.

“La normativa de prohibir la tenencia contradice una ley que busca proteger a los animales. No se puede exterminar una raza por el capricho de un ser humano. Tienen los mismos derechos que los seres humanos. En este caso en particular se pueden corregir las irregularidades por ordenanzas, como en el municipio Libertador, donde se establece que deben tener bozal para no causar daños a terceros”, expresó.

Abogó por la implantación de bozales, arnés y collares a la hora de pasear a esos animales, así como cumplir con todas las vacunas; incluso, mencionó la posibilidad de contar con un seguro, como se estila en otros países.

Emily Quevedo, representante de la ONG Activistas de los Derechos Animales y del Entorno, de Carabobo, también repudió la medida: “No estoy de acuerdo con que se quiera eliminar una raza. Lo que debe haber es campañas educativas sobre el cuido. Pero, como suele pasar con los mandatarios, prefieren hacer prohibiciones que elaborar una campaña educativa”.

Responsabilidad municipal.
Quevedo considera negativo que la ley dejara decisiones finales en manos de las alcaldías, como la prohibición de corridas de toros o la elaboración de la lista de animales prohibidos, por ejemplo.

“Sabemos que muchas alcaldías tienen deudas en materia de ordenanzas. En Carabobo, por ejemplo, no se ha aprobado una ordenanza de protección animal porque el poder económico de la gente de las corridas lo detuvo”, manifestó.

Díaz también cuestionó que en el articulado no se haya prohibido el sacrificio de animales con fines religiosos, una solicitud de los grupos activistas desde el comienzo de la discusión de esta ley.

“Ante las tradiciones y visiones religiosas debe privar la razón. Si hablamos de respeto a los animales, es un contrasentido legal que se permita la tortura de un animal por caprichos religiosos”, expresó.

El activista indicó que en los próximos días realizarán un taller con otras organizaciones para analizar el alcance del texto legal. Allí se decidirá si se interpone un recurso en contra, en el Tribunal Supremo de Justicia. Lo que sí es seguro es que el 26 de enero pedirán un amparo para exigir a los ministerios del Ambiente y de Educación que garanticen una enseñanza ambientalista, como lo establece el artículo 107 de la Constitución Nacional.

martes, 5 de enero de 2010

Publicada gaceta oficial N 39.338 ley de proteccion de animales domésticos, libres y en cautiverio....

El pasado 31 de diciembre, el presidente de la república Hugo Chavez, firmó el ejecutese de la ley de protección de la fauna domestica libre y en cautiverio. El día de hoy ha sido publicada en gaceta oficial, el articulo 14 es el relacionado a los espectáculos publico, aunque a nuestro parecer existen ambiguedades que podrían ser malinterpretadas. desde aquí instamos a la plataforma taurina, a empresas taurinas, ganaderos, periodistas taurinos,aficionados etc.. a estar alerta, hasta que se realice un estudio legal y amplio para tener la certeza del verdadero alcance de esta ley..

haga doble click en la imagen: (verla completa en www.noticias24.com)

lunes, 4 de enero de 2010

'Quienes quieren acabar con las corridas pretenden extinguir una especie'
















ARTÍCULO DEL ESCRITOR JAVIER MARÍAS EN EL PAÍS'




Javier Marías, escritor, traductor y miembro de la Real Academia Española ha publicado este domingo un interesante artículo en la revista El País Semanal, en el que critica el afán prohibicionista de la ILP catalana.

En el mismo, Marías reconoce que "no soy aficionado a las corridas y se cuentan con los dedos de las manos las veces en que he asistido a ellas, y sobraría algún que otro dedo (...) Pero tampoco tengo nada en contra de ellas, y en la iniciativa ciudadana de Cataluña que ha dado pie a que los políticos de esa autonomía aprueben debatir en su Parlamento su posible abolición en el territorio, sólo veo, por tanto, un afán más de prohibir aquello con lo que no se está de acuerdo, una muestra más del espíritu dictatorial y franquista que continúa anegándonos y envenenándonos".

A juicio de Javier, "quienes quieren acabar con las corridas, en suma, lo que pretenden -o pueden conseguir sin darse cuenta- es extinguir una especie, que sin ellas no sobreviviría (...). En vez de hacerlo en la plaza, tras darles una vida plena y libre de más de cuatro años, se haría en secreto, nada más ser paridos. Si eso da buena conciencia a los antitaurinos, que me expliquen los motivos. Porque, suponiendo que los taurinos sean "torturadores de animales", los enemigos de las corridas resultarían ser exterminadores de animales. Y, francamente, entre los primeros y los segundos, prefiero con mucho a aquéllos, que al menos les causan una muerte en combate tras permitirles una vida. Éstos ni siquiera consentirían que tuviesen vida, ni que perdurase el toro bravo".

Por su interés, reproducimos en su totalidad el artículo ‘Los exterminadores de toros', publicado hoy por El País Semanal y que Marías reproduce en su blog:

LOS EXTERMINADORES DE TOROS
Resulta desalentador comprobar cómo el franquismo, o su espíritu dictatorial, sigue habitando entre nosotros, en nuestra sociedad y en nuestros demagógicos políticos. A todo el mundo se le llena la boca hablando de la libertad de expresión, pero casi nadie tolera que se le lleve la contraria, ni, aún más grave, que exista lo que, según cada cual, no debería existir. La próxima ley antitabaco, por ejemplo, de la que hablé hace unos meses, impide que existan locales en los que se reúnan los fumadores, en vez de aconsejar a los enemigos del humo que se abstengan de frecuentarlos, lo mismo que está vedado el acceso a los casinos y a los bares de topless, supongo, a los menores de edad, o que la mayoría de los heterosexuales procuran no entrar en sitios de ligue gay, porque allí nada se les ha perdido. Esa ley de Zapatero y Jiménez equivale a suprimir los lugares mencionados por si acaso a quien no le gustan se le ocurre meterse en ellos. Dicho sea de paso, mi artículo sobre dicha ley me costó, entre otros reproches, una ruin carta de la Presidenta de Nofumadores.org, en la que insinuaba que quizá yo cobraba de las compañías tabaqueras. De nuevo el espíritu totalitario: si alguien no opina como yo, será porque está comprado.
Vaya así por delante, en esta ocasión, que no soy aficionado a las corridas y que se cuentan con los dedos de las manos las veces en que he asistido a ellas, y sobraría algún que otro dedo. Tampoco tengo ningún contacto con el mundo del toreo ni desde luego he percibido un euro de nadie relacionado con él. Si las corridas se prohibieran, en nada cambiarían mi vida ni mis costumbres, luego carezco de todo interés personal o laboral en su permanencia. Pero tampoco tengo nada en contra de ellas, y en la iniciativa ciudadana de Cataluña que ha dado pie a que los políticos de esa autonomía aprueben debatir en su Parlamento su posible abolición en el territorio, sólo veo, por tanto, un afán más de prohibir aquello con lo que no se está de acuerdo, una muestra más del espíritu dictatorial y franquista que continúa anegándonos y envenenándonos.
Lejos de mi intención hablar de "tradición y cultura" o de "fiesta nacional", esa clase de argumento patriótico me causa alergia. En esa iniciativa se mezclan dos cosas: por un lado, la ignorancia deliberada e interesada de los nacionalistas e independentistas -es decir, su necedad, pues justamente eso significa "necio" en la certera definición del DRAE: "Ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber"-, que los lleva a creer -o a fingirlo- que las corridas son algo netamente "español" y no catalán, cuando su afición y arraigo en Cataluña han sido siempre fortísimos y están bien documentados; por otro, la frivolidad extrema de quienes se llaman a sí mismos "animalistas" (no sé si el "ismo" está de sobra) y de los ecologistas. En lo que respecta a los segundos, ya ha señalado el filósofo Gómez Pin en este diario que, según preservadores del medio ambiente, economistas, ganaderos y veterinarios, "el mantenimiento de no pocas dehesas (parques auténticamente naturales, donde un animal criado por el hombre goza de condiciones para realizar su naturaleza específica...) sería inviable sin la fiesta de los toros". Si no hubiera ganaderías hace tiempo que esas dehesas estarían convertidas en urbanizaciones monstruosas, de esas que dicen combatir los ecologistas. En cuanto a los primeros, a los "defensores de los animales", me temo que en este caso se convierten más bien en su mayor amenaza y sus mayores enemigos. ¿Por qué creen que todavía existe el toro bravo o de lidia? Se lo cría y cuida artificialmente y con esmero tan sólo porque hay corridas y otros espectáculos taurinos en nuestro país. ¿Acaso se ve a esa bestia en Alemania, Italia, Gran Bretaña o Rusia, fuera -tal vez- de unos pocos ejemplares que se utilizan como sementales? El toro no viviría espontáneamente. No es un bicho que pueda andar suelto por los campos sin poner en grave peligro a la población humana, ni que pueda valerse enteramente por sí mismo. Si se prohibieran las corridas y dejara de haber ganaderías, ¿quiénes se ocuparían de ellos, de alimentarlos, cuidarlos y controlarlos? ¿Esos "animalistas" a los que hemos visto emocionarse consigo mismos tras la votación del Parlament de Cataluña? Seguro que no. ¿El Estado? No creo que se encargase de tarea tan costosa como improductiva, y, si lo hiciera, es muy probable que los mismos abolicionistas de hoy protestaran por el dispendio inútil a cargo de los contribuyentes.
Quienes quieren acabar con las corridas, en suma, lo que pretenden -o pueden conseguir sin darse cuenta- es extinguir una especie, que sin ellas no sobreviviría. A lo sumo se destinarían a sementales unos pocos toritos, y seguramente se sacrificaría en su nacimiento a la mayoría de los machos. En vez de hacerlo en la plaza, tras darles una vida plena y libre de más de cuatro años, se haría en secreto, nada más ser paridos. Si eso da buena conciencia a los antitaurinos, que me expliquen los motivos. Porque, suponiendo que los taurinos sean "torturadores de animales", los enemigos de las corridas resultarían ser exterminadores de animales. Y, francamente, entre los primeros y los segundos, prefiero con mucho a aquéllos, que al menos les causan una muerte en combate tras permitirles una vida. Éstos ni siquiera consentirían que tuviesen vida, ni que perdurase el toro bravo.