Foto: EFE
Una multitud de aficionados taurinos de Ecuador marcharon hoy desde la plaza de toros de Quito (Ecuador), hacia la sede de la Corte Constitucional para protestar por el plebiscito impulsado por el Gobierno para prohibir las corridas.
[04:37:08 pm] Los toreros de Ecuador salieron hoy a las calles de Quito arropados por monosabios, picadores, rejoneadores, payasos y una multitud de aficionados para protestar por el plebiscito impulsado por el Gobierno para prohibir las corridas.
La manifestación partió de la plaza de toros de Quito, que el año pasado cumplió medio siglo, hacia la sede de la Corte Constitucional, la cual analiza la legalidad de las preguntas de la consulta popular que impulsa el presidente de Ecuador, Rafael Correa, incluyendo la relativa a la tauromaquia.
Se trató de una marcha colorida, con muchos caballos, trajes de luces, una banda de música e incluso un grupo de payasos que trabaja en plazas de toros y que llegaron desde la ciudad de Ambato.
Los manifestantes coreaban "libertad, libertad", mientras cargaban pancartas con lemas como "100% taurino, 100% mestizo, orgullosamente ecuatoriano", "Viva la fiesta brava" y "Los toros son trabajo".
"La libertad de las personas no es algo que se pueda decidir, como los gustos y la identidad cultural, así como a mí tal vez no me puede gustar el rock o alguna otra expresión cultural, creo que lo más importante y lo que más respeto merece es lo que cada uno piensa", dijo Daniel Ordóñez, un novillero quiteño de 27 años.
Otro novillero, José Antonio Bustamante, de 20 años, destacó que si se prohibieran las corridas "el toro bravo sería una raza que prácticamente desaparecería".
La romería pasó, por casualidad, a pocas manzanas de la sede de la fundación "Protección Animal Ecuador", que lidera la oposición a los toros.
Su presidenta, Lorena Bellolio, calificó como "inadmisible" que la Constitución de Ecuador reconozca los derechos de la naturaleza y al mismo tiempo haya fiestas taurinas.
En una entrevista con Efe, Bellolio llamó "sádicos" a quienes disfrutan de esos espectáculos y dijo no entender cómo se defiende "una cosa tan anacrónica, tan salvaje como las corridas de toros".
El plebiscito plantea específicamente la prohibición de "los espectáculos públicos donde se mate a animales".
En un mensaje a la nación el pasado lunes, Correa dijo que el texto se refiere "obviamente" a las corridas de toros, que él describió como "espectáculos absolutamente desagradables".
Bellolio reveló que su organización fue la que presentó el texto de la pregunta al presidente, aunque ellos también habían añadido la prohibición de "herir" a animales, que al final el Gobierno retiró.
La inclusión de la pregunta en la consulta sorprendió a los aficionados taurinos pues, al contrario que en otros países, en Ecuador no ha habido un debate sobre el tema, según reconoció la propia Bellolio.
Pero ahora que el asunto está sobre la mesa, los partidarios de la fiesta brava quieren garantizar que gane el no, respondiendo a los argumentos de que se maltrata a los astados.
"El toro de lidia es criado para eso, nació para morir peleando en una plaza. Cómo matan los toros en un camal (matadero), para alimentarnos? Con descargas eléctricas, desangrados", dijo Rocío Gordón, de 57 años, hija y madre de toreros.
A la manifestación también acudieron algunos concejales de Quito, como Alonso Moreno, quien dijo que la fiesta de los toros "es parte del modus vivendi de la gente, de los quiteños, de la gente ecuatoriana".
"De tal manera que no queremos permitir que se desculturice vía urna una actividad que es icono de la ciudad", subrayó.
Según la Unión de Toreros del Ecuador, cerca de 97.000 familias ecuatorianas viven directa o indirectamente de las fiestas taurinas.
Una de esas personas es lvaro Peña, de 15 años, uno de los jinetes de la marcha, quien trabaja en el cortijo Los Campanares, en las inmediaciones de Quito.
Si el sí gana "nos quedamos sin trabajo, vivimos de eso", subrayó.
Dado el carácter genérico del texto, la pregunta también prohibiría las peleas de gallos, donde a veces muere el animal, por lo que en la manifestación de hoy también participó un pequeño grupo de dueños de galleras y criadores de esas aves.
"La pregunta es la más infantil que puede haber tomado el presidente, porque él no conoce nuestras costumbres, nuestros derechos y nuestros deberes como galleros y taurinos", dijo Guillermo Lomas, dueño de una gallera en Quito.
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