viernes, 30 de julio de 2010

Carta de Enrique Calvo "El Cali"..(en Colombia la amenaza antitaurina pende en el tribunal contitucional)

ENRIQUE CALVO, "EL CALI"

En Colombia el 28 es sinónimo de tomadura de pelo ante una circunstancia adversa como la vivida hoy en Cataluña.

Esta es la sensación que tienen los aficionados a uno de los espectáculos que la Conquista Española dejo como legado de cultura y tradición en varios de los países de habla hispana al otro lado del Atlántico.

Con la cultura de la Fiesta Brava se ha identificado la población hispanohablante durante un puñado de años, que hoy día unos desadaptados de la tradición y las costumbres quieren desconocer con los argumentos de barbarie y generadora de violencia.

La violencia ya no en nuestro terruño sino a nivel mundial es producto de muchas otras razones especialmente por la diversidad a que nos enfrenta la maquinaria del consumo, producto de un capitalismo salvaje. No es posible pensar que la cantidad de problemas a los que nuestra sociedad se enfrenta especialmente en el campo de la violencia sea producto de la Fiesta Brava.

Mencionemos algunos aspectos generadores de violencia en Colombia; el desplazamiento forzado, el desempleo, el hambre, la falta de educación, de salud, de vivienda, problemas trillados por media humanidad que día a día intenta paliar a base de esfuerzo y muchas veces con apoyo de las utilidades que dejan las taquillas de los espectáculos taurinos en nuestro país.

El mundo del Toro Bravo lo que genera es solidaridad ante las adversidades del genero humano y solidaridad consigo mismo, a decir con el alma y el espíritu. Muchas tardes ante la conjunción de un bravo toro y un torero varonil y artista salen de las plazas de toros un puñado de aficionados viviendo y sintiendo algo inenarrable llenando su espíritu con lances de alelí, momentos perdurables por siempre, lejos de la violencia que generan otro tipo de espectáculos, algunos de masas enardecidas ante un resultado contrario o a favor, finalizando muchas veces con la vida de sus congéneres.

El éxito de la Revolución Francesa en occidente se debe al arte de practicar la libertad, la igualdad y la fraternidad.
Los tres elementos son pilares fundamentales de todas las constituciones de nuestro entorno, por lo tanto de obligatorio cumplimiento para una sana convivencia incluidos lógicamente los taurinos y los contras.
En estos derechos fundamentales encontramos el respeto de pensamiento, respeto a su intimidad personal, al libre desarrollo de su personalidad, al trabajo, a la recreación y utilización del tiempo libre, a la libertad de profesión u oficio, de opinión, al derecho de reunión, la libertad sin ninguna discriminación por razón de sexo, raza, opinión política o filosófica, además el Estado se compromete a promover la cultura en todas las etapas del proceso de creación, pues la creación artística debe ser libre, respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios. Cumpliendo estos preceptos constitucionales se enaltece la fraternidad, la igualdad y lo más importante la libertad como derecho fundamental del hombre en todo el continente.

El mayor logro de taurinos y antitaurinos estaría en juntarse y luchar por la verdadera violencia que azota a miles de colombianos y otros países, producto de la falta de respeto a la diversidad plasmada en la Constitución.

“En parte el arte completa lo que la naturaleza no puede elaborar y, en parte imita a la naturaleza” ARISTOTELES

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