jueves, 2 de julio de 2009

Cataluña, entre el apocalipsis animalista y la pasión tomista











Jose Tomas






tomado de ABC



M. J. CAÑIZARES/ABC | BARCELONA/MADRID
La Fiesta sufrió ayer en Cataluña el penúltimo ataque de una pertinaz operación de acoso. La presentación en el Parlamento de 180.000 firmas —el Instituto de Estadística ha valido sólo las 50.000 requeridas— para impulsar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que sentencie a muerte las corridas de toros en todo el territorio catalán.
A partir de ahora, los grupos podrán presentar sus enmiendas a la totalidad. Al tratarse de una iniciativa ciudadana de la plataforma «Prou!» (Basta), la ILP será defendida en el Pleno por un miembro de esta entidad. Pero eso ocurrirá en septiembre. La intención de PSC, ERC, ICV y CiU es dejar que esta ILP se tramite. Será en la votación final, cuando cada grupo exprese su postura. ERC e ICV han anunciado que votarán a favor de la ILP, mientras que el CiU y PSC darán libertad de voto a sus diputados, y el PP votará en contra, como informaba ayer ABC.
Una proposición de ley de ERC e ICV de contenido muy similar quedó suspendida por acabarse la anterior legislatura. Pero el objetivo es el mismo: modificar el artículo 6 de la Ley de Protección de los Animales de 2008 para que se prohíban «las corridas de toros y los espectáculos con toros que incluyan la muerte del animal y la aplicación de las suertes de la pica, las banderillas y el estoque, así como los espectáculos taurinos de cualquier modalidad que se celebren en las plazas o fuera de ellas».
Quedarían exentas de esta prohibición las fiestas con toros sin muerte del animal, como los llamados «correbous» (toros de la calle), en aquellas localidades donde se celebran de manera tradicional, con un especial arraigo en las tierras del Ebro, donde CiU y ERC gobiernan en multitud de ayuntamientos. La propuesta contempla que la Genaralitat compense económicamente a los propietarios de las plazas de toros.
La plataforma «Prou!» pretende que Cataluña se convierta en la primera comunidad autónoma donde se prohíban las corridas donde muere el animal. Paralelamente, un total de 65 ayuntamientos catalanes, entre ellos el de Barcelona, se han declarado «abolicionistas». Y todo esto en vísperas de que José Tomás vuelva a convertir la Monumental barcelonesa en el epicentro del toreo, y a la ciudad mediterránea de Serrat en la más taurina del mundo por un día. La Gran Vía vivirá este fin de semana entre la ola de pasión tomista en busca de la apoteosis y el rompeolas animalista que persigue el apocalipsis de los toros.
Desde los ochenta con la llegada de CiU al poder, la campaña contra la Fiesta ha sido diseñada con sibilina paciencia y ha calado como la lluvia fina. Si «Catalonia is not Spain», el toro es España. Coinciden en el tiempo esta nueva pretensión de exiliar los toros, con el destierro del castellano de las aulas en Cataluña.

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